De este material, extraemos un fragmento, que nos parece de sumo interés, para comprender como enfocar la docencia hacia el aprendizaje eficaz, desde la perspectiva de la psicología del aprendizaje. Al final de la cita, haremos algunas precisiones y opiniones personales, respecto al mismo.
Los guardianes del aprendizaje:
Las emociones son las principales guardianas del aprendizaje. La emoción y la cognición operan
consistentemente en el cerebro para guiar el aprendizaje. Las emociones positivas estimulan, por
ejemplo, el recuerdo a largo plazo mientras que las emociones negativas pueden interrumpir el
proceso de aprendizaje en el cerebro, en ocasiones dejan incluso al estudiante con poco o ningún
recuerdo luego del evento de aprendizaje.
Esto tiene significativas implicaciones para la enseñanza y el aprendizaje si los estados emocionales negativos son resultado de experiencias en el aula o de experiencias externas que vive el estudiante dentro el ambiente de aprendizaje. Por consiguiente, cualquier debate sobre si las instituciones de aprendizaje deberían preocuparse por las emociones y el desarrollo del aprendiz se vuelve irrelevante. Las escuelas son responsables del desarrollo cognitivo e, irremediablemente, el tema les atañe.
La motivación asegura que los estudiantes adquieran conocimientos y habilidades de forma significativa. Igual que con las emociones, el que exista una motivación positiva hacia una tarea de aprendizaje aumenta notablemente la probabilidad de que los estudiantes se comprometan con un aprendizaje profundo.
Los docentes necesitan estar siempre al corriente de lo que sus estudiantes son capaces de lograr para poder monitorearlos de cerca.
Las expectativas de los docentes tienen un impacto significativo en los resultados de los estudiantes, es por ello que dichas expectativas necesitan ser positivas, pero realistas. Los docentes deben proveer el tiempo, espacio y apoyo necesarios para que los estudiantes reflexionen sobre las estrategias de aprendizaje que han usado y cómo estas han tenido una influencia sobre lo que han aprendido. Si las experiencias de los estudiantes han sido negativas, el docente debe proveer experiencias exitosas en forma incremental para compensar el impacto que tuvieron aquellas experiencias negativas en la motivación.
En general, los ambientes de aprendizaje deben tener como objetivo identificar y fomentar los intereses personales y las motivaciones intrínsecas de los estudiantes.
Esto tiene significativas implicaciones para la enseñanza y el aprendizaje si los estados emocionales negativos son resultado de experiencias en el aula o de experiencias externas que vive el estudiante dentro el ambiente de aprendizaje. Por consiguiente, cualquier debate sobre si las instituciones de aprendizaje deberían preocuparse por las emociones y el desarrollo del aprendiz se vuelve irrelevante. Las escuelas son responsables del desarrollo cognitivo e, irremediablemente, el tema les atañe.
La motivación asegura que los estudiantes adquieran conocimientos y habilidades de forma significativa. Igual que con las emociones, el que exista una motivación positiva hacia una tarea de aprendizaje aumenta notablemente la probabilidad de que los estudiantes se comprometan con un aprendizaje profundo.
Los docentes necesitan estar siempre al corriente de lo que sus estudiantes son capaces de lograr para poder monitorearlos de cerca.
Las expectativas de los docentes tienen un impacto significativo en los resultados de los estudiantes, es por ello que dichas expectativas necesitan ser positivas, pero realistas. Los docentes deben proveer el tiempo, espacio y apoyo necesarios para que los estudiantes reflexionen sobre las estrategias de aprendizaje que han usado y cómo estas han tenido una influencia sobre lo que han aprendido. Si las experiencias de los estudiantes han sido negativas, el docente debe proveer experiencias exitosas en forma incremental para compensar el impacto que tuvieron aquellas experiencias negativas en la motivación.
En general, los ambientes de aprendizaje deben tener como objetivo identificar y fomentar los intereses personales y las motivaciones intrínsecas de los estudiantes.
Los estudiantes están más motivados para interesarse en el aprendizaje cuando:
Perciben una relación estable entre acciones específicas y los logros.
Se sienten competentes para hacer lo que se espera que hagan.
Valoran la materia y tienen un claro sentido de su propósito.
Perciben el ambiente como favorable para el aprendizaje.
Experimentan emociones positivas hacia las actividades de aprendizaje.
Perciben una relación estable entre acciones específicas y los logros.
Se sienten competentes para hacer lo que se espera que hagan.
Valoran la materia y tienen un claro sentido de su propósito.
Perciben el ambiente como favorable para el aprendizaje.
Experimentan emociones positivas hacia las actividades de aprendizaje.
Los estudiantes son más
persistentes en el aprendizaje
cuando ellos pueden manejar
sus recursos y lidiar con los
obstáculos en forma eficiente.
Los estudiantes liberan recursos
cognitivos para el aprendizaje cuando
pueden influir en la intensidad, duración
y expresión de sus emociones.
Agradeciendo siempre sus comentarios y aportes, para seguir en la búsqueda común de herramientas prácticas de la neuroeducación, para el uso diario en nuestras aulas, y a aquellos curiosos que quieran enriquecer el debate, les agradezco sus aportaciones
Comentarios del Bloguero: la Neurociencia, permite señalar, que la idea del aprendizaje emocional, se sustenta por experiencias prácticas, que relacionan la actividad de la amígdala cerebral, con la porción de corteza frontal, relacionada a la función ejecutiva, y a las áreas relacionada con la toma de decisiones, y con los otros elementos prefrontales reguladores de la atención.
Es un hecho que los contenidos de discurso, que más se recuerdan e "impregnan" al oyente, se asocian a la cualidad emocional, al consentir en un mismo espacio emoción positiva y aprendizaje. la capacidad de alejarnos de el modo del self que habita en el tiempo presente, está aumentada si nos sentimos emocionalmente seguros, y así, podemos "divagar" al pasado, para conectar contenidos que percibimos, con nuestras experiencias y aprendizajes previos, y así lograr un nuevo aprendizaje. Las emociones positivas, también favorecen la adecuada conexión con nuestro yo "histórico" y nuestra memoria episódica, lo que facilita el meta aprendizaje.
En cambio, la emoción negativa, genera cambios físicos, en relación al stress, y lleva a los circuitos involucrados de la atención, a vivir el momento, y a ponerse en modo de pelea o huye. esto dificulta, esa capacidad de unir elementos que se reciben, con el acervo, interno del sujeto, ya que sólo su self, se centra en la agresión potencial, y en como escapar de ella.
Entonces, es allí, donde ligan la emoción y la motivación, para aprender. Así, que estimado docente, recuerda, siempre, tratar de crear un ambiente seguro de aprendizaje, que es el mecanismo básico, para facilitar una disposición emocional y motivación a favor del cambio cognitivo, que implica el proceso de aprendizaje.
Agradeciendo siempre sus comentarios y aportes, para seguir en la búsqueda común de herramientas prácticas de la neuroeducación, para el uso diario en nuestras aulas, y a aquellos curiosos que quieran enriquecer el debate, les agradezco sus aportaciones
Muy interesante el tema. Con lo que comentas los docentes debemos tratar de fomentar las emociones positivas durante las clases y centrarnos en dar retroalimentaciones pisitivas para fomentar la motivación y el aprendizaje de los alumnos.
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