Nivel Socioeconómico, Aprendizaje y desarrollo infantil

Saludos curiosos lectores, Les deseo un feliz y venturoso año 2017 y espero compartir contenidos, experiencias y opiniones, con ustedes, por este medio

El siguiente es un resumen, y un comentario, acerca de una serie de conferencias, dictada por la (SfN) Sociedad de Neurociencias de Estados Unidos que analiza el impacto de las diferencias socioeconómicas, en el desarrollo del cerebro y el aprendizaje, desde la perspectiva de la neurociencia cognitiva.

Desarrollaré algunos datos de la conferencia de Natalie Hiromi Brito, Post-Doctorada de la Universidad de Columbia, en Desarrollo humano y Psicología. Su trabajo, se centra en coordinar políticas públicas, para tratar de compensar la desigualdad del desarrollo y el alcance del aprendizaje en grupos de diferentes estratos socioeconómicos, partiendo de la existencia de una brecha, entre el nivel socioeconómico y el aprendizaje.

           Desde aquí, parten unos comentarios del autor: ¿es la desigualdad económica, un indicador del aprendizaje, en niños pequeños, a nivel estadístico? Sabemos que el entorno priva sobre la genética, en el aprendizaje, pero, la discusión acerca del peso específico de los diferentes factores ambientales, no ha llegado a conclusiones definitivas.

En el grupo de infantes, menores de dos años, que son los seres humanos, que aprenden exponencialmente más rápido, los dos elementos que se aprecian más fuertes, son el poder adquisitivo del núcleo familiar, y el grado de instrucción de los padres.

Curiosamente, el desarrollo del cortex prefrontal, clave para el aprendizaje, es mayor, en grupos de estrato socioeconómico alto que en el de bajo nivel ingreso

  

Veamos diferencias en niños de escuelas públicas en NY.  Basados en el estudio Pink, que mide RM funcional, y habilidades cognitivas, de poco más de mil jóvenes de 3 a 20 años, de 10 ciudades de USA.

Aunque como resultado llamativo, hay un mayor desarrollo en la corteza cerebral, y rendimiento en las tareas básicas del aprendizaje, las correlaciones no son significativas estadísticamente, y además, no existe ningún patrón que indique relación de causalidad, o redes neuronales implicadas.

También es interesante es el cuando aparece la diferencia de rendimiento académico, entre los dos y 4 años. Y como afecta las clases más desfavorecidas.

   

Ahora, y más importante, en nuestra opinión. Que pasa antes de los dos años. Las habilidades de memoria y lenguaje se pueden explorar científicamente a esa edad. Los resultados indican. El lenguaje tiene una mejor correlación que la educación de los padres, más allá del Status socioeconómico.

   

Lo más interesante de la lectura, es el propósito, de tratar de descartar la intervención de otras variables ambientales, asociadas a la pobreza y falta de educación, en futuro estudios, en comunidades de E.E.U.U, así, como el intento  de una intervención, en hogares de bajo ingreso, aportando dinero específicamente para uso en el desarrollo del niño en estudio. Estos datos pueden ser consultados en el video original.

    

Como comentario personal, quiero agregar, que desde el punto de vista de las investigaciones más recientes, el cerebro desarrolla un salto cuántico entre los 12 y 15 meses, en su capacidad de aprender, especialmente por haber terminado una primera poda neuronal, que lo prepara para el proceso intensivo del aprendizaje, y por la definición progresiva de estructuras de redes neuronales en ambos hemisferios, a partir del progresivo desarrollo del lenguaje y las habilidades de comunicación con el exterior.

Creo que independientemente, del nivel socioeconómico o el grado de educación de los padres, una pre-educación, para estimular el aprendizaje, en esta edad, donde se reduzcan los factores de stress a niveles razonables, y se facilite un entorno rico en estímulos, que despierten la curiosidad natural del niño, así como un marco emocional adecuado, son las claves del aprendizaje, siempre que no exista daño tisular que prive de recursos para su correcto funcionamiento al cerebro. Tal vez algunos padres, con menor nivel educativo, pudieran necesitar guía, pero aun así son capaces, independientemente de su grado de instrucción, o nivel socioeconómico, en favorecer un adecuado desarrollo del aprendizaje en estos períodos de máxima potencialidad.